Eurovisión en tiempos de confinamiento (I): el inicio

17 Abr, 2020

Tras el duro revés que supuso la cancelación del festival, nos aferramos a la nostalgia desempolvando reliquias para intentar hacer más llevadero el comienzo de la cuarentena.

Más de un mes de obligado encierro da para mucho. Hasta ahora no éramos muy conscientes del significado de la palabra confinamiento ni de las consecuencias que acarrea. A veces la nula fuerza de voluntad, bajo la excusa de la rutina diaria, nos empuja a dejar para el día siguiente aquello que podríamos asumir de inmediato. Acumulando polvo en cajones o estanterías. Y como no hay mal que por bien no venga, tras la primera semana de cuarentena y por una cuestión casi de salud mental, había llegado el momento de afrontar, actualizar y ordenar toda esa pila de cosas almacenadas y aparcadas durante años. Un propósito que a día de hoy sigue en marcha, en sintonía con la duración del encierro.

El gran revés, a modo de efecto, llegó el día en el que se cumplían 59 años del debut de España con la actuación de Conchita Bautista en Cannes. Se rompía una tradición de 64 años ininterrumpidos. La pandemia de la Covid-19 condujo a la UER a un hecho sin precedentes, que ni conflictos diplomáticos y enfrentamientos bélicos habían logrado. Y con ello se desvanecía la ilusión de cumplir un sueño en Rotterdam, que deberá posponerse tras remover Roma con Santiago en los últimos meses. Fue un día frustrante y muy triste. De un vacío interior absoluto.

Sin embargo, la vida -más con la que está cayendo- nos obliga a mirar hacia adelante y quitarnos el luto más pronto que tarde. Por suerte. Pese a nuestros lógicos momentos de bajón. Así que, apenado entre cuatro paredes, se antojó imprescindible destapar alicientes. Encontrar una vía de escape que hiciera más llevadero el paso de las horas y los días. Descartando, al menos por el momento, la opción del balconing. Algunos prefirieron dejar de escuchar los temas seleccionados en este 2020. Otros se enzarzaban en encontrar a cualquier precio una solución justa para la situación más compleja y extraordinaria en la historia del festival. Cada cual a lo suyo y en su derecho. Opté por salir del bucle.

discos-euromovidas
El disco de Alejandro Parreño entre los de Eurojunior 2003 o los recopilatorios caseros, como el Melodifestivalen 2006.

Como muchas personas en esta cuarentena me abracé a la necesaria y profunda limpieza del hogar. Mi madre no se creía que por fin iba a reorganizar mi habitación. Ese movimiento iba a provocar que rememorara tiempos pasados rescatando todo tipo de CD’s, revistas, archivos, documentos o fotos de la última década, como poco. Y qué mejor forma de hacerlo llevadero que con el sonido y la locución del añorado maestro José Luis Uribarri. Lecciones de (juvenil) buen gusto mientras removía entre mis guantes recuerdos de la infancia y la adolescencia, bobinas con música de los 2000 o apuntes con pronósticos de preselecciones de la época. Nostalgija.

Hasta seis festivales entre los 90 y los 00′ llegaron a caer. Con los que crecí y me aficioné. Mi época fetiche. Es lo que se llevaba, como el tractor amarillo. Mientras tanto, intenté archivar con cierto criterio viejas quinielas del Melodifestivalen 2006, letras del 2004 impresas de la antigua eurofestival.tk o algún concurso forero del momento como el Eurogame o el Forovision. De esas anotaciones surgieron algunos bopasos traspapelados para añadir a Spotify, como el Shanghain Valot de la finlandesa Annika Eklund en 2006, por ejemplo.

Videos-esc-euromovidas
Los antiguos VHS, en paradero desconocido, volvieron a ser identificados.

Entre cajones y armarios asomó el merchandising del viaje a Viena en 2015. El disco de Daniel Diges o Ramón. Los Absolute Schlager de mediados de los 2000, el original de Eurojunior 2003 o Eurovisión 2004, por ser el del cambio de imagen. De los pocos que he llegado a comprar, ya que por aquel entonces, se estilaba la grabación casera comprando bobinas de ‘X’ CD’s que después servían para almacenar. En uno de ellos residía el DVD donde mantengo una copia de los festivales desde 1990 hasta 2003. Salvo el 2000, el único que aún se me resiste (S.O.S). Incluso los VHS en paradero desconocido han vuelto a ser identificados. De igual forma que el disco de Marta Roure, finalmente sin firma en una Preparty reconvertida por las circunstancias a cargo de los compañeros de Eurovision-Spain.

El objetivo real se cumplía. Mi cabeza no tenía tiempo para pensar en la maldita incertidumbre laboral, ni en el exceso de información al que nos someten entre tanta tristeza. Sólo tenía ganas aprovechar la nueva distribución. Con motivación y optimismo. La vida es dura y consiste, en pararse así que vamos ¡resiste! Dejando de lado las redes sociales. Únicamente el grupo del Euromovidas me mantenía al tanto por si teníamos que grabar alguna pieza en el ocaso de la primera temporada o concentrarnos para alguna terapia grupal recordando con humor antiguos temarraquens o bopasos.

Marta-Roure-euromovidas
El primer disco de Marta Roure, recuerdo del primer viaje de Andorra en 2004.

A colación del hilo del amigo Luis Mesa, empezamos a elaborar un listado de Guilty Pleasures. Una fantástica idea y otro ingrediente más a añadir en mitad de mi desorden. Sobre la marcha, como nos gustan las cosas a nosotros. Así que al acabar cada jornada, escribía aquellas que consideraba que tenían cabida tras los festivales revisados durante el día. De forma cutre, a bolígrafo y en un bloc de notas, tachones incluidos. Made in Spain.

Aquello no duró más de tres días, lógicamente. Tener la habitación empantanada de cajas y papeles no era lo más higiénico y saludable. Y menos en los tiempos que corren, recogiendo cable cada tarde noche para poder dormir. La limpieza del hogar llegó a buen puerto. Pero a día de hoy todavía quedan muchas carpetas por clasificar con curiosidades y anécdotas olvidadas con el tiempo. Una manera de aprovechar la Semana Santa, de cómo reforzar la fe eurovisiva ante la excepcionalidad de un curso tan delicado para todos. Llegados a este punto, ¿qué recuerdos guardáis entre los cajones? ¿A qué dedicáis vuestro tiempo libre en esta cuarentena?

Ramon-dani-diges-euromovidas
Más reliquias desempolvadas durante el confinamiento: los discos de Daniel Diges y Ramón.

Sólo con la idea de hacer más llevadera esta durísima etapa cargada de inseguridades para todos. E interactuar. A modo terapéutico. Con el deseo y la esperanza de poder estar en Rotterdam o allá donde quiera que sea la edición de 2021, según se decida en los próximos días. Tratamos de reinventarnos con este rincón para que os sigáis identificando, o no. Y como, desgraciadamente, todavía nos quedan algunas semanas de confinamiento por delante, es imprescindible dosificar. Por lo que os emplazo al siguiente capítulo para seguir divagando sobre un par de episodios de la época. Entre ellos, sin duda alguna, el descubrimiento por excelencia de esta cuarentena. Así que, agradeciendo a todos la acogida de antemano, me despido como adelantaba el primer embajador ucraniano Olexandr Ponomaryov: Hasta la vista.

Nuestras Movidas más recientes por escrito

Top 5: Israel Israel, que bonito es Israel

Top 5: Israel Israel, que bonito es Israel

Señores, la democracia ha llegado al Movidas. Y he tenido que ser yo el que la impusiera. Hay una nueva característica de Whatsapp que deja hacer encuestas en los grupos, y por un solo voto Israel se ha impuesto a la otra propuesta (que no desvelaré hasta que llegué...

Eurovisión no puede ser todo el año 

Eurovisión no puede ser todo el año 

No, perdone. Al habla el señor más fatiga de toda la esfera de creación de contenido sobre Eurovisión en España. De agosto hacia aquí, 67 vídeos, una docena de podcast, una veintena de directos, y más de 1500 tweets y publicaciones en redes sociales. Me dirijo hacia...

Por escrito estamos muy bien, pero en podcast estamos incluso mejor

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad