A continuación, encontrarás una lista de candidaturas que, desafortunada e injustamente, cayeron derrotadas ante propuestas infinitamente peores que ellas en preselecciones nacionales, cuando podrían haberlo hecho mucho mejor en Eurovisión (o al menos, pasar a la final…)
Sí, soy yo, Carlos Pecharromán. No estás soñando, he vuelto a la web del Movidas. Tampoco he extorsionado a ninguno de mis compañeros para que sean ellos quienes escriban estas líneas, soy yo de verdad, te lo prometo. Han sido bastantes días de ausencia, pero toda espera tiene su recompensa, dicen.
El caso es que he regresado, cómo no, para derramar un poquito de odio, lo tradicional en mí. ¿Cómo? Os estaréis preguntando. Lo cierto es que me ha costado bastante —los chavales del Movidas no me han ayudado ni soplado nada— elegir un tema del que hablar.
Viendo el Festival de Eurovisión, todos hemos pensado alguna vez: «otra vez eliminados en la semifinal, si es que tendrían que haber ido con ese otro que estaba en la preselección y que quedó segundo, no saben elegir». Estoy convencido de que a todos nos ha ocurrido, y si no, ya os digo que a mí muchísimas veces. ¡Y os voy a contar algunas de ellas!
‘Safari’ – Serena – Rumanía, 2018
Empiezo fuertecito. Vamos a ver. Como gran conocedor de la música y tendencias rumanas que me considero a mí mismo —viví en Cluj-Napoca allá por los años 2015 y 2016—, me es imposible no iniciar mi lista de injusticias de preselección con la que se dio en el Selectia Nationala en 2008.
La canción ‘Safari’ de Serena quedó novena y, por tanto, eliminada en la segunda de las semifinales de la preselección rumana. Si bien es cierto que la actuación en directo fue un tanto cuadro y ella no estuvo acertada vocalmente, es un auténtico temazo que podría haber quedado muy bien en Lisboa o al menos, haber pasado a la final. Adjunto el videoclip, con el que se queda uno con mejor sabor de boca.
¿Alguien me explica como pudieron ser elegidos The Humans para acudir a la capital portuguesa? ‘Goodbye’ es una canción sosísima, triste, cuya puesta en escena… no sé, no sabría describirla. Undécimos con 107 puntos, quedaron fuera de la final. Nada más que añadir, señoría.
‘In or Out’ – Elina Born – Estonia, 2017
Otra desgracia. E incomprensible, además. Elina Born regresaba en 2017 al Eesti Laul después de haber protagonizado una de las actuaciones más míticas (si no la más) de Estonia en Eurovisión, junto a Stig Rästa en Viena en 2015 con ‘Goodbye to Yesterday’.
La cantante interpretaba ‘In or Out’, un auténtico temazo que en la primera semifinal de la preselección pasó directamente al clasificar como tercera de diez entre el jurado. Y en la final… ¡boom! ¡Décima y última! Vamos a ver, gente de Estonia, ¿qué pasa? Descartar de forma tan cruel a lo que posiblemente podría haber sido un nuevo éxito del país báltico en el certamen.
Pues no, Kooit Tome y Laura Põldvere con ‘Verona’, una de las peores canciones que probablemente hayan pasado por Eurovisión. Una auténtica basura. Y claro, decimocuartos en su semifinal, fuera otra vez —como en 2016—, y los lloros. ¡Anda! ¡Moñas, que sois unos moñas!
‘Asaj’ – Nilsa Hysi – Albania, 2016
Vale, aquí traigo un combo porque esta me toca especialmente la moral. El Festivali i Këngës es una de las preselecciones nacionales más esperadas por todos los eurofans ya que se trata de la primera de la temporada eurovisiva. En el año 2016, la ganadora fue Eneda Tarifa con la canción ‘Përrallë’, que posteriormente sería ‘Fairytale’. La misma bazofia, básicamente.
No puede ser que el país que por tradición selecciona la primera canción de Eurovisión, se decante por una propuesta que, por todos es sabido, va a tener un revamp con el que no va a conseguir absolutamente nada. Todos los años igual, pero este en concreto, terrible. Así la gente no demuestra interés por lo que se viene. Y decimosexta en la semi, pa’ su casa.
Ese año en el FiK hubo dos candidaturas que claramente lo habrían hecho mejor en el Globen de Estocolmo, y esas son ‘Mermë që sot’ de Aslajdon Zaimaj (de la cual no he encontrado vídeo, lo siento), que quedó en segundo lugar en la gran final, y la maravillosa ‘Asaj’ de Nilsa Hysi, que finalizó en sexta posición en la tabla, y primera en mi corazón, porque menudo temazo.
‘Crossroads’ – Satin Circus – Finlandia, 2015
Momento crítico, que diría Maika Barbero. Lo del UMK finlandés de 2015 es sencillamente inexplicable. ¡Un tema bueno! ¡Uno! ‘Crossroads’ de Satin Circus era lo único que el país de Papá Noel necesitaba para plantarse en la final de Viena. Pero no, a la gente se le fue la pinza y, sobre todo, la mano con el móvil. Y la lio parda.
Cinco doces del jurado para Satin Circus por solo uno de los Pertti Kurikan Nimipäivät y su ‘Aina mun pitää’ se tradujeron en 2,1% del total de la votación, que de nada sirvió cuando la banda recibió un 36,2% de los televidentes para llevarse el triunfo y acudir al certamen con la canción más corta de toda su historia, y la más horrorosa. ¿El resultado? No digo nada.
‘I Don’t Wanna Dance’ – Nikki Ponte – Grecia, 2011
Probablemente, uno de los reveses más duros que haya recibido en mi vida como eurofan en cuanto a preselecciones. Quizás porque fue el primero, no sé. Yo comencé a ver finales nacionales en 2011, y el Ellinikós Telikós de ese año fue una de ellas. Qué duro.
Nikki Ponte, con ‘I Don’t Wanna Dance’, tenía todas las de ganar la final… con la primera versión, la del vídeo de presentación de candidaturas. La cantante, muy al estilo Lena Meyer-Landrut —que había ganado el año anterior—, se dedicaba a cantar y bailar sola, con bastante desparpajo.
Pero lo de la gala fue terrible. ¿Esa versión? ¿Esos atuendos? Virgen santa, qué espanto todo. Y así pasó, que ganaron Loukas Giorkas y Stereo Mike con… esa cosa llamada ‘Watch my Dance’ que no hay por donde cogerla. Folklore malo y rap aún peor, todo junto. 22 puntos por delante de los 19 de Trimitonio con ‘Hamogela’, que también estaba bastante bien y podría haberlo petado en Düsseldorf, y 18 de Nikki. Lo peor es que pasaron a la final y encima quedaron séptimos. Aún no me explico cómo.
‘Imperija’ – Esma & Lozano – Macedonia del Norte, 2013
Lo mejor tiene que ir siempre al final. En este caso, lo más injusto. Y es que para concluir no he escogido precisamente una canción de preselección que es mejor que la que realmente fue a Eurovisión, sino una elección interna que aún a día de hoy duele, y mucho.
La televisión pública de Macedonia del Norte (por aquel entonces Antigua República Yugoslava…), MRT, presentó a Esma y Lozano con la canción ‘Imperija’. Un temazo. Un señor temazo. Bajo mi punto de vista, no podía reflejar mejor al país balcánico, su música, su forma de ser, no sé. Mira que se poco yo de música macedonia, pero la escuchaba y decía: «son ellos».
Bueno, pues a los pocos días la cambiaban. ¡La cambiaban por un tema horrible! Al parecer la canción no había causado demasiada satisfacción entre el público local y había habido quejas. ¿Y no hubo quejas de la otra? Venga, hombre, eso no se lo cree nadie.
‘Pred da se razdeni’, nombre de la que finalmente viajó a Malmó, era espantosa. Un circo. Yo llego a ser ellos y me niego a interpretar algo así. Penúltima de su semifinal fue, claro, y demasiado bien quedó. Todavía lloro cuando pienso en semejante sacrilegio. No te lo perdonaré jamás, Macedonia del Norte, ¡jamás!
¡Hala, para que luego os quejéis de Manel Navarro los que ibais con Mirela! Al menos España tiene su puesto garantizado en la final, pero estos países perdieron una oportunidad de oro para poder pasar a la gran noche del sábado por sus malas elecciones. Con esto, concluyo el primer post de la que sin duda va a ser una serie maravillosa de piezas. ¡Nos vemos!